1 de enero de 2010

Para donde va el dolar / 2

La tendencia

Para los analistas, lo que ha quedado claro es que la revaluación no es un tema que se da únicamente como resultado de una coyuntura, sino que se trata de un asunto estructural y por ello hay que adaptarse. Es más: ninguno de los operadores del mercado está pensando que en un plazo un poco más largo la divisa ronde los 2.400 pesos. La más reciente Encuesta de Expectativas del Banco de la República, realizada entre bancos, sociedades comisionistas de bolsa, corporaciones financieras, fondos de pensiones y cesantías y organismos internacionales, señala que estas entidades esperan que la tasa de cambio al cierre de 2009 sea de 2.120 pesos. Para el 31 de diciembre de 2010 la cifra no es muy distinta: 2.159 pesos en promedio.

Y como suele suceder, hay una serie de elementos sobre el tapete que inciden en el comportamiento de la divisa en los próximos meses, tanto para que suba como para que baje. El más importante de todos es el comportamiento de los mercados internacionales. Si la confianza sigue mejorando y aumentan las expectativas de recuperación en las economías, aumenta la disposición de los inversionistas a asumir riesgo, lo cual se ve reflejado en que los recursos se orientan a mercados emergentes, como Colombia. A mayor llegada de dólares, mayores presiones para que este continúe cayendo.

Además, si bien la inversión extranjera directa sintió el efecto de la crisis, con una reducción frente a los niveles que se registraban en 2008, la realidad es que hay sectores que continúan muy dinámicos trayendo dólares al país, como ocurre con la minería y los hidrocarburos. Por otro lado, no sorprende que empresas estatales como Ecopetrol, multinacionales y hasta el propio Gobierno, hagan algún movimiento con el que moneticen los dólares. Y en sentido contrario, están los elementos que lo pueden levantar. Analistas explican que hacia finales de año es común que aumente la demanda por billetes verdes teniendo en cuenta que las compañías deben hacer giros al exterior, bien sea para pagar compras o para cumplir obligaciones pactadas previamente.

Hasta la política puede meterle la mano al dólar, pues de su desarrollo depende buena parte de las decisiones que tomen los inversionistas con respecto a Colombia. De todas formas, ya no hay que fiarse de ninguna proyección, porque con el dólar todo es posible.


Revista Cambio

No hay comentarios: