24 de agosto de 2009

Estrategias de asigación de costos para la toma de decisiones

El entorno financiero y administrativo actual, requiere información que permita tomar decisiones lo más acertadas posibles, y así ayudar eficiente y eficazmente en el desarrollo de las actividades diarias y estratégicas de la empresa productora o comercializadora aprovechando al máximo todos los recursos con lo que se cuentan.

Es por eso que, con base en lecturas realizadas a diferentes bibliografías, así como en la experiencia adquirida en el asesoramiento de diversas empresas en el ámbito financiero y administrativo, se ha observado que las entidades actuales registran contablemente dentro del rubro de gastos administrativos los gastos del departamento de compras y los gastos del almacén, generando una utilidad bruta incorrecta, debido a que en el costo de ventas no se está registrando el total correspondiente y sí, al contabilizarse dentro del rubro de gastos administrativos o de ventas, genera un incremento en el volumen de dicha cuenta, lo que en estos tiempos de problemas financieros origina que se tomen decisiones equivocadas al leer esta información.

Entre estas decisiones, a veces, está el despido de personal, pues la disminución de éste es la primera medida que los dueños, directores generales o encargados de la toma de decisiones, consideran para recortar gastos.

De manera teórica, diferentes autores consideran las siguientes definiciones para clasificar a los costos, de acuerdo con la función en la que incurren:

Costos de producción. Son los que se generan en el proceso de transformar la materia prima en productos terminados, los cuales se subdividen en:

Costos de materia prima. El costo de materiales integrados al producto. Por ejemplo, la malta utilizada para producir cerveza, o el tabaco utilizado para producir cigarros.

Costos de mano de obra. Es el costo que interviene directamente en la transformación del producto. Por ejemplo, el sueldo del mecánico o del soldador.

Gastos indirectos de fabricación. Son los costos que intervienen en la transformación de los productos, con excepción de la materia prima y de la mano de obra directa. Por ejemplo, el sueldo del supervisor, mantenimiento, energéticos, depreciación.

costos de distribución o venta. Son los que se incurren en el área que se encarga de llevar el producto desde la empresa hasta el último consumidor. Por ejemplo, la publicidad, las comisiones.

costos de administracion. Son los que se originan en el área administrativa (sueldos, teléfono de oficinas generales, etcétera).

Partiendo del hecho de que un costo es todo aquello que ayuda para que el producto
esté listo para su venta, se sugiere que el costo del departamento de compras, tales
como: cotizar, hacer negociaciones, conseguir precios y plazos, deberían ser asignados dentro de los costos indirectos de fabricación, en función del monto de las compras de cada línea de producto y el costo del almacén, tales como: cuidar el producto, dejarlo listo para su venta, asignarlos en función de las ventas de cada línea de producto, con el fin de que todos los costos se integren en el valor del inventario, lo cual va a incidir en el costo de ventas al momento de la realización de la transacción.

De esta manera, el costo quedaría totalmente integrado a su valor real, debido a que se
registrarían como costos del producto y no como costos del periodo, lo cual permitirá
una toma de decisiones más exacta y correcta, evitando, entre otras acciones, los
despidos que se reflejarían en la complicación para cumplir con la productividad en la
empresa por la falta del personal necesario. Aquí, vale la pena recalcar que esta
propuesta en el costeo, aplica tanto para las empresas de producción como para las
empresas comercializadoras, pues éstas, de igual manera, tienen costos indirectos,situación que en la práctica pocos administradores y contadores los consideran

Del mismo modo, se propone, y considerando un informe de resultados desde el punto
de vista plenamente administrativo, diferenciar lo que son gastos de venta de los gastos
de distribución, ya que de manera indebida se han integrado ambos gastos en uno solo,
lo cual no permite una toma de decisiones adecuada.

Para esto es indispensable considerar que un gasto de venta, es aquél que sirve para
apalancar la operación de vender (por ejemplo, la publicidad, las comisiones de los
vendedores); y un gasto de distribución, es aquél que se considera después de que el
cliente o consumidor ha visualizado el producto y desea adquirirlo, por ejemplo, la
logística para llevar el producto hasta el consumidor, ya que una mala distribución,
originada por una incorrecta logística, implica, entre otros aspectos, que no llegue al
consumidor o se den retrasos, lo cual generará una debilidad en la empresa que
administramos, pues la competencia puede aprovechar esa oportunidad y perderse ese
nicho de mercado. Como se observa, este costo contablemente es diferente al de
venta.


http://www.imcp.org.mx/spip.php?article563

Crear valor para afrontar la crisis

Ésta es, precisamente, una de las conclusiones a las que llegan importantes empresas que analizan y el sector y portales de empleo en el debate organizado por Infojobs.net donde distintos expertos y directivos debatieron acerca de la coyuntura actual y de las medidas a tomar en momentos de incertidumbre.

En el debate se analizó la situación actual y de cómo nos afecta en la empresa, no sólo en el ámbito económico si no también a nivel emocional.

Como conclusiones se establece que la crisis y el cambio de ciclo son una realidad en la economía mundial y será necesario ajustarse a la nueva situación. Los ponentes a este evento afirman que la creación de valor interno es una de las salidas para afrontar la crisis.

Hay que generar competitividad en la organización desde la dirección a los empleados y viceversa, aportando soluciones mutuas que lleven a las empresas a ganar terreno en tiempos de crisis, ayudando a motivar a los trabajadores y mandos intermedios para que no decaigan en el empeño de entender que la crisis es una cuestión temporal.

También se propuso propuso el término el optimismo realista como técnica de creación de valor en tiempos de incertidumbre, destacando que dentro de la realidad empresarial, utilizar la motivación positiva y entender que se pueden extraer muchas cosas provechosas del momento actual para ser mejores en el futuro, constituyen una ventaja, ya que la crisis es un paso atrás, que puede ser un impulso para muchos pasos adelante.