9 de octubre de 2011

OTRO ENFOQUE PARA LA ECONOMIA FAMILIAR

A

provechando la problemática actual de la economía, me atrevo a realizar algunas observaciones de algún texto leído, que por su particularidad y sensatez me fueron difíciles de olvidar y fáciles de practicar.

Comenzaré por dejar la siguiente inquietud, a usted señor lector: En lugar de separar sus ingresos para el pago de alguna deuda, o gastos familiares, como primera medida,  ¿Ha considerado en algún momento,  separar algo, aunque sea una mínima suma, de sus ingresos para el ahorro?

Puede sonar algo absurdo, pero la verdad tienen lógica, si lo mira desde el siguiente punto de vista: Nos preocupamos demasiado por las cuentas, pero no tomamos aunque sea una pequeña parte y la destinamos al ahorro, antes que nuestras deudas terminen por dejarnos sin un peso en el bolsillo.

Esta suma, debe estar acorde con su capacidad de pago, ya que no tiene ningún sentido, apartar grandes cantidades de dinero que luego se verá en la penosa obligación de utilizar.

Debe ser pequeña, que pueda “olvidarse” de ella y comenzar a formar sus propios fondos, los cuales podrá utilizar en un futuro para: El paseo que tanto soñó, la ropa de moda, el regalo de cumpleaños, la sala, la televisión, la alcoba, el estudio de los hijos, en fin, para una cantidad de sueños que no terminaríamos de mencionar.

Sucede que nuestros ingresos nos dan la grandiosa oportunidad de “endeudarnos” y terminamos pagando cosas que disfrutamos en el pasado, desde otra perspectiva, “nuestros futuros ingresos serán utilizados para pagar nuestro pasado”. ¿Ya tiene un poco más de lógica la apreciación inicial?

Es por eso señor lector, que quiero dejarle la inquietud sobre la forma de ver sus ingresos y comience a darle un sentido diferente, no olvide que también debe existir una pequeña parte que debe reservar para los “improvistos” con el fin de evitar que el ahorro de los sueños futuros se vean opacados y utilizados en cosas que no tenía programadas inicialmente.

Sandra Muñoz