4 de agosto de 2009

Gerencia de Valor - Oscar Leon Garcia

GERENCIA DEL VALOR: ¿MODA O CULTURA?

En los últimos años hemos visto cómo en las empresas se ha acogido el
término valor agregado como uno más de su lenguaje cotidiano. Valor
agregado para los clientes, Cadena de Valor Agregado, decisiones que
agreguen valor, etc., son expresiones con las que ya estamos
familiarizados.

Pero curiosamente, y aunque en forma explícita, entre los objetivos
empresariales el Objetivo Financiero es el único que menciona el término
"valor", no fueron propiamente los gerentes financieros de las empresas
quienes originalmente promovieron procesos en este sentido. La
preocupación de los ejecutivos de Producción (Operaciones en el más
estricto sentido), por lograr que los productos y servicios además de ser
elaborados con la máxima calidad y al mínimo costo, también llegaran al
consumidor en el momento oportuno, fue tal vez la primera
manifestación asociada al valor agregado, en este caso, valor agregado
para el cliente. Esto llevó a muchas empresas a emprender ambiciosos
programas de mejoramiento continuo encaminados a disminuir los
tiempos de ciclo en todas las actividades de su cadena de valor, que es lo
que conocemos con el nombre de Sistema Justo a Tiempo - JAT que
aunque también es conocido como el Sistema de Producción Toyota por
haber sido acogido por esta empresa poco después de la segunda guerra
mundial, es en realidad una técnica "que consta de unos principios
universales de fabricación que han sido bien administrados por algunos
fabricantes Japoneses" 1 El tema del mejoramiento continuo ha sido
preocupación de los gerentes desde la segunda mitad de la década de los
80, época que denominaremos del florecimiento de la Cultura de la
Calidad y el Justo a Tiempo.

Comenzando la década de los 90, los ejecutivos de Mercadeo, también en
su deseo de direccionar la Estrategia de Mercadeo hacia la generación de
valor para los clientes y consumidores, complementaron la definición del
objetivo básico de esa actividad, definido como la satisfacción de las
necesidades de los clientes, anotando que esta satisfacción debería darse
más allá de sus expectativas, lo cual se materializaba en la medida en que
ellos percibieran en el producto un mayor valor en relación con el precio
pagado por éste. Esta forma de pensar dio origen a lo que se denomina
Cultura del Servicio.

Brindar calidad de vida a sus trabajadores es la forma en que muchas
entidades definen el valor agregado para éstos.

Pero, ¿Y qué del valor agregado para los propietarios?. Explícitamente,
qué modelos gerenciales se han diseñado para ayudar a los gerentes a
incrementar el valor del Patrimonio de los socios?