17 de julio de 2009

Unas palabras de Oscar Arias, Presidente de Costa Rica y Nobel de Paz, en la cumbre de las Américas...

Trinidad y Tobago, 18 de abril del 2009

Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y latinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos de América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros. No creo que eso sea del todo justo.

No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que Estados Unidos creara Harvard y William & Mary, que son las primeras universidades de ese país. No podemos olvidar que en este continente, como en el mundo entero, por lo menos hasta 1750 todos los americanos eran más o menos iguales: todos eran pobres.

Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda. y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como un cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad. También hay una diferencia muy grande. Leyendo la historia de América Latina, comparada con la historia de Estados Unidos, uno comprende que Latinoamérica no tuvo un John Winthrop español, ni portugués, que viniera con la Biblia en su mano dispuesto a construir "una Ciudad sobre una Colina", una ciudad que brillara, como fue la pretensión de los peregrinos que llegaron a Estados Unidos.

Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur -en cuestión de 35 ó 40 años- es un país con $40.000 de ingreso anual por habitante. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos. ¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal.

Para comenzar, tenemos una escolaridad de 7 años. Esa es la escolaridad promedio de América Latina y no es el caso de la mayoría de los países asiáticos. Ciertamente no es el caso de países como Estados Unidos y Canadá, con la mejor educación del mundo, similar a la de los europeos. De cada 10 estudiantes que ingresan a la secundaria en América Latina, en algunos países solo uno termina esa secundaria.

Hay países que tienen una mortalidad infantil de 50 niños por cada mil, cuando el promedio en los países asiáticos más avanzados es de 8, 9 ó 10. Nosotros tenemos países donde la carga tributaria es del 12% del producto interno bruto, y no es responsabilidad de nadie, excepto la nuestra, que no le cobremos dinero a la gente más rica de nuestros países. Nadie tiene la culpa de eso, excepto nosotros mismos.

En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que un ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15 ó 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de Estados Unidos, es culpa nuestra. En mi intervención de esta mañana, me referí a un hecho que para mí es grotesco, y que lo único que demuestra es que el sistema de valores del siglo XX, que parece ser el que estamos poniendo en práctica también en el siglo XXI, es un sistema de valores equivocado.

Porque no puede ser que el mundo rico dedique 100.000 millones de dólares para aliviar la pobreza del 80% de la población del mundo -en un planeta que tiene 2.500 millones de seres humanos con un ingreso de $2 por día- y que gaste 13 veces más ($1.300.000.000.000) en armas y soldados.

No puede ser que América Latina se gaste $50.000 millones en armas y soldados. Yo me pregunto: ¿quién es el enemigo nuestro? El enemigo nuestro, presidente Correa, de esa desigualdad que usted apunta con mucha razón, es la falta de educación; es el analfabetismo; es que no gastamos en la salud de nuestro pueblo; que no creamos la infraestructura necesaria, los caminos, las carreteras, los puertos, los aeropuertos; que no estamos dedicando los recursos necesarios para detener la degradación del medio ambiente; es la desigualdad que tenemos, que realmente nos avergüenza; es producto, entre muchas cosas, por supuesto, de que no estamos educando a nuestros hijos y a nuestras hijas.

Uno va a una universidad latinoamericana y todavía parece que estamos en los sesenta, setenta u ochenta. Parece que se nos olvidó que el 9 de noviembre de 1989 pasó algo muy importante, al caer el Muro de Berlín, y que el mundo cambió. Tenemos que aceptar que este es un mundo distinto, y en eso francamente pienso que todos los académicos, que toda la gente de pensamiento, que todos los economistas, que todos los historiadores, casi que coinciden en que el siglo XXI es el siglo de los asiáticos, no de los latinoamericanos. Y yo, lamentablemente, coincido con ellos. Porque mientras nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías, seguimos discutiendo sobre todos los "ismos" (¿cuál es el mejor? capitalismo, socialismo, comunismo, liberalismo, neoliberalismo, socialcristianismo...), los asiáticos encontraron un "ismo" muy realista para el siglo XXI y el final del siglo XX, que es el pragmatismo.

Para solo citar un ejemplo, recordemos que cuando Deng Xiaoping visitó Singapur y Corea del Sur, después de haberse dado cuenta de que sus propios vecinos se estaban enriqueciendo de una manera muy acelerada, regresó a Pekín y dijo a los viejos camaradas maoístas que lo habían acompañado en la Larga Marcha: "Bueno, la verdad, queridos camaradas, es que mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo único que me interesa es que cace ratones". Y si hubiera estado vivo Mao, se hubiera muerto de nuevo cuando dijo que " la verdad es que enriquecerse es glorioso ".

Y mientras los chinos hacen esto, y desde el 79 a hoy crecen a un 11%, 12% o 13%, y han sacado a 300 millones de habitantes de la pobreza, nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías que tuvimos que haber enterrado hace mucho tiempo atrás. La buena noticia es que esto lo logró Deng Xioping cuando tenía 74 años. Viendo alrededor, queridos Presidentes, no veo a nadie que esté cerca de los 74 años.

Por eso solo les pido que no esperemos a cumplirlos para hacer los cambios que tenemos que hacer.

16 de julio de 2009

Ser padres hoy

Este es un artículo de El Tiempo, Ser padre de familia..

23/09/08 Por: oscartruma Bolg de El Tiempo (Colombia)

Si ya tiene o ha decidido traer descendencia a este mundo, acuérdese que ellos tienen que vivir mejor de lo que usted lo hizo. Procure comprarles la cuna más exclusiva y el cochecito más moderno y ostentoso que encuentre, eso sin duda irá acostumbrando a sus hijos a mejorar su autoestima, y que se crean el lugar que han venido a ocupar, es decir el centro absoluto de su vida.

Mátese usted a trabajar durante los mejores años de su vida, déjese la juventud en maratónicas jornadas extra, acepte la mayor cantidad de responsabilidades que le proporcionen la mayor cantidad de dinero que les permita a sus hijos e hijas disfrutar y tener lo que usted nunca tuvo. Y por supuesto que les evite sufrir incluso el 10 por ciento de lo que usted sufrió.
Cómpreles los juguetes educativos más complejos, ojalá de importación, y no escatime con la ropa ni los pañales, el hecho de que usted haya alcanzado a usar pañales de tela y no le haya pasado nada, no significa que con su bebé vaya a ser igual. Matriculelos en una guardería buena, la mejor que encuentre, si total va a tener uno o dos hijos como mucho, no hay que racanear. Muy importante que tenga inmersión precoz al inglés, natación desde los seis meses, estimulación temprana, psico pedagogo personalizado, nutricionista específica y que le garanticen en todo momento que sus cachorros no van a sufrir ni el más mínimo rasguño.

Recuerde que vivimos en la era de la informática, no escatime en comprarles los últimos juegos y consolas que les permitan estar actualizados en el manejo de tecnologías punta, y procure renovar cada tres años como mínimo sus equipos informáticos porque ya se sabe que aquí el que no se actualiza se queda. Nada de mantenerlos con la Play station II, estando la tres ya en el mercado. Ni mucho menos dejar de comprarles la Wii de nintendo, y para que se sientan importantes instáleles un PC en su habitación con conexión ADSL, Y su propio televisor con 107 canales, aparte también. Sus hijos necesitan saber que usted confía en ellos

Su esposa y usted (o viceversa) deben meterse en la cabeza que sus vidas tienen que quedar aparcadas por tiempo indefinido, que ustedes ahora no importan. Nada de ser egoístas y darse caprichos. No señor. No. Ahora la prole es lo primero, hay que vivir en pos, por y para los niños, al menos hasta que estén seguros que tiene los suficientes recursos para darles todo a sus hijos, y si es necesario tendrán que esforzarse aún más para poder pagarles los siete cursos extraescolares que les permitan desarrollar sus habilidades y los prepare para la versatilidad de un mundo cambiante. Pueden elegir entre: Piano, francés, informática, inglés, chino mandarín, alemán, danza clásica y si es posible todos al tiempo mejor. Recuerde que usted no hizo ningún curso extraescolar y todo el dinero que ha ganado lo ha podido conseguir trabajando muy duro y jodiéndose mucho, no permita que sus hijos corran la misma suerte ellos merecen algo mejor. Son su sangre la prolongación de su vida.

No olvide lo mal que lo pasó usted en su infancia, lo mucho que tenia que esforzarse para ganarse algo, aunque fuera una simple coca-cola, eso era un logro. Los méritos que le tocaba hacer para que lo dejaran ver los dibujos animados de los sábados por la mañana. Lo mucho que sus padres le exigían en sus resultados escolares, y aún así tenia que colaborar en casa para paliar la economía y ayudar con las labores domésticas. No permita que la energía creativa de sus cachorros se disperse en asquerosos oficios mecánicos, ni trabajos materiales, pesados, no cometa el mismo error, deje que ellos canalicen su intelecto única y exclusivamente para el estudio y el desarrollo psicoafectivo de su mundo interior.

Ni se le ocurra enfadarse si su hija o el muchacho no están a la altura de los esfuerzos que ustedes hacen, y por el contrario sacan malas notas. Ellos lo entenderán como una falta de empatía que ve resquebrajada su autoestima y condicionará para siempre sus vidas con traumas insalvables. Sea comprensivo si han perdido el año escolar o siete materias, a veces es mejor que repitan el año, y ellos mismos encuentren sus propias respuestas. No los obliguen, no los juzguen, no los reprendan, por el contrario denles un buen regalo para que se sientan amados, y aprendan que es humano y puede fracasar.

Recuerde que aunque usted era un excelente estudiante aún en circunstancias adversas y con unos padres autoritarios y un poco ignorantes, ahora son otros tiempos, y los jóvenes de hoy son muy independientes y maduros, aunque algo hipersensibles. Sea su amigo, que no se note la jerarquía entre usted y sus hijos. No importa que en ese esfuerzo de ser su “colega o su amigo” su hijo se quede huérfano, "gane un amigo y pierda un padre" No pasa nada… Eso, lo importante es hacerle caso a lo que dice la psicología postmoderna, ya sabemos que todo lo postmoderno es mejor...

Cuando terminen el bachillerato procure antes de la universidad mandarlos a conocer mundo, al menos a Buenos Aires, aunque usted nunca haya ido más lejos de Cartagena. Que prueben, analicen comparen vean otra culturas y maneras de sentir la vida, eso sin duda les dará una perspectiva más amplia del mundo. No importa que se gaste una buena suma de dinero, sus hijos vendrán con otra mirada más cosmopolita y tolerante, listos para empezar su formación superior.

Procure matricularlos en la mejor universidad posible (la más cara) vivimos en una sociedad de castas donde el diploma según de donde venga puede abrir muchas puertas. Recuerde que usted la pasó muy mal sobreviviendo con el poco dinero que le enviaban sus padres, y que incluso tuvo que… ¡trabajar! y buscarse la vida para sus gastos vicios y caprichos con ocupaciones de fin de semana y vacaciones. Si, es verdad, usted se hizo a usted mismo, pero no le vaya a hacer esa maldad a sus hijos, ellos no deben sufrir, ellos solo se deben dedicar a estudiar para que la pureza de su formación no se contamine con el ejercicio de oficios que no están a su altura.
No olvide darles cada fin de semana suficiente dinero para que se diviertan, son jóvenes y necesitan desconectar: drogarse un poco, beber otro tanto, desarrollar su sexualidad libremente, vamos, lo normal. Y cómpreles ropa moderna y acorde con la universidad en la cual están estudiando. No olvide que en usted la ropa de marca no importa, pero para los jóvenes puede ser traumático no llevar unas zapatillas de cuatrocientos mil pesos si sus compañeros las llevan.

Antes de los 18 años sus cachorros ya deben saber conducir y dominar a la perfección el inglés. Imperativo, si no fracasaran estrepitosamente como ha fracasado usted. Cómpreles un carro como premio al final de su bachillerato, un “peugeotcito” 206, o un “Meganecito” estaría bien para empezar. No importa que el primero que usted tuvo fuera un Fiat 147 vuelto mi#$%& que se compró a los 24 años con los ahorros de su miserable sueldo. No, usted no repita ese error, cómpreselo aunque sea de segunda mano, eso les dará seguridad, libertad e independencia, a sus muchachos, a parte de ser imprescindible en la vida moderna.

Una vez terminada la carrera prepare el bolsillo con sus ahorros de nuevo, porque hoy en dia sin un par de maestrías y un doctorado -ojalá fuera del país- nadie puede conseguir un empleo digno… recuerde son sus hijos, lo merecen, esfuércese un poquito más, ya habrá tiempo para que usted (y su esposa o viceversa) si es que para entonces aún siguen juntos, se distraigan y disfruten de la vida cuando los chicos terminen los estudios, que hoy en dia no suele ser antes de los 27 años.

Y esté preparado porque ellos una vez acaben, salen muy verdecitos, son muy inocentes, inexpertos y aún no saben nada de la vida. Hay que ayudarles para que se independicen. Es el momento que su esposa y usted (si todavía no se han separado) hagan el ultimo esfuercito e intenten regalarle al menos un aparta-estudio amoblado para que la ida de casa no sea tan traumática. O en caso de que la niña decida casarse, pues tirar la casa por la ventana, por lo alto, si total se lo merece ¡es su hija por Dios!

Haga un préstamo, hipoteque la bodega o la finquita, total que ellos tengan lo que usted nunca ha tenido, y por usted no se preocupe, ya a sus 55 años lleno de estrés tras dos preinfartos superados, un terrible y crónico dolor de espalda, la hernia discal y diabetes de su esposa, la gota, la ciática y sus evidentes problemas de erección, el hecho de que ni su mujer ni usted puedan comer ya casi nada porque todo les hace daño, siendo conscientes de que tampoco pueden beber ya, más aún con los problemas de riñón de ella y la situación económica que empieza a empeorar de nuevo… pues ahora si…Es el momento de que comiencen a disfrutar sus vidas

Ve usted que valía la pena el esfuerzo y esperar tanto… ¡este es el momento de empezar a disfrutar de su vida como pareja! (si es que aún están juntos claro) Usted puede por fin pensar en si mismo, en su pareja en divertirse en vivir con locura, con intensidad, de forma extrema, sin ocuparse delos demás… y hacer cosas transgresoras. Por ejemplo esas vacaciones al Aconcagua que siempre soñó, beber el carísimo Whisky de Malta que tantas veces se abstuvo de comprar por el precio.

Probablemente va a estar un poco cascado, el cuerpo no le va a responder y con tanta obligación a la que se comprometió no va a poder parar de trabajar hasta los sesenta y cinco años. Pero bueno, qué carajo, los cachorros ya están fuera de peligro ahora ellos ya tienen recursos para afrontar sus nuevas vidas, ya nos los necesitan y lo más importante: no sufrieron lo que a usted ni a su señora les tocó sufrir de jóvenes. Y ahora ustedes dos pueden vivir felices (si aún se soportan) en una enorme casa que se ha ido quedando sola y disfrutando en el mejor de los casos de visitas en forma de menstruación por parte de sus hijos, es decir cada mes, y gozando por que les dejen sus nietos cada que se vayan de vacaciones para que ustedes los cuiden, y sus muchachos se puedan ir a gozar la vida tranquilamente y divertirse con sus parejas, si total, son jóvenes y es bueno que ellos no tengan que pasar por lo que pasaron ustedes.

Por último no olvide dejar un buen plan de pensiones, porque uno nunca sabe, después de todo lo que ha hecho, nadie garantiza que sus hijos quieran cuidar de su vejez. Yo de usted no me fiaría...Lo pensaría dos veces, es mejor no depender de nadie, aunque sus hijos aún sigan dependiendo de usted.

Una caladita más:

Ah, no olvide dejarles la mayor cantidad de dinero de herencia, viva con austeridad su vejez para que a los cachorros no les toque la misma suerte que le tocó a usted con el viejo tacaño de su papá, que creyó que con ayudarle un poco con lo de los estudios, darle ejemplo de verlo siempre trabajando y no ponerle las cosas tan fáciles iba a ser suficiente. No, que ellos no reciban la herencia miserable que le quedó a usted. Déjeles la mayor cantidad de dinero que pueda, que esa mi%$#" del sacrificio, el honor, el esfuerzo y la dignidad ya no se usan.

Y procure morirse rápido, no faltaba más que los ponga a lidiar con un viejo decrépito, ga-ga y que no sea capaz ni de controlar los esfínteres…sus hijos merecen ser felices y tener lo que usted nunca tuvo.

¿Quién es usted para impedírselo?