24 de junio de 2008

MÁS ALLÁ DE LA REVALUACIÓN


La marcada tendencia revaluacionista por la que atraviesa nuestra moneda frente a la divisa de referencia, ha comprometido la atención de los analistas nacionales e internacionales, que ven con preocupación cómo se desmoronan las posibilidades de crecimiento desbordado para los exportadores colombianos y, a la vez, todos hemos asistido al gran esfuerzo mediático de representantes gremiales y de sectores del gobierno que reclaman a voz en cuello disposiciones severas por parte de los hacedores de la política económica, para revertir la tendencia de debilitamiento del dólar, la cual más que una problemática de oferta y demanda local, ha pasado a convertirse en una ola de proporciones mundiales, ante la que ningún país, independientemente, tiene un amplio margen de maniobra para operar en el mercado cambiario propiciando la anhelada devaluación por la que abogan tales grupos de interés. En este entorno es necesario, en consecuencia, reflexionar frente a las expectativas cambiarias de corto, mediano y largo plazo y responder una pregunta que pocos se formulan ¿Es la revaluación tan mala como se dice? Para resolver a este interrogante es apropiado, por oposición, cuestionarnos acerca de cuál es el verdadero papel de la devaluación como motor de la competitividad. En efecto, en los momentos de mayor devaluación, los ingresos de los exportadores aumentan y, por los mecanismos de mercado, ello se traduce en mayor demanda dentro del país y en fuente de crecimiento de la producción local – y de las importaciones también- sin embargo lo ideal sería que la devaluación produjera un aumento en el quántum de las exportaciones, es decir, que la movilidad de precios internacionales se transformara en una dinámica de producción local altamente virtuosa, más si se tiene en cuenta que nuestras oferta exportable corresponde en gran medida a commodities con baja elasticidad precio, es decir, bienes que no necesariamente ven incrementadas sus cantidades demandadas como resultado de la disminución de precios, lo cual pone en tela de juicio el beneficio de largo plazo de la devaluación.


Por otro lado cuando las tasas de cambio incrementan, muchos agentes económicos se ven comprometidos, veamos:

En primer lugar la inversión extranjera se ve desestimulada; debemos considerar que siendo Colombia un país donde el ahorro percápita es bajo, la presencia de capitales foráneos es indispensable para inyectar liquidez a los mercados de capitales y facilitar su movilidad. De otro lado si centramos nuestra atención en la inversión extranjera directa, los flujos de capitales provenientes del resto del mundo traen consigo un interesante componente de transferencia tecnológica que mejora los procesos productivos sectoriales y la competitividad del país; si devaluamos estos beneficios se ven “erradicados” o, por lo menos, severamente desmotivados e igualmente ponemos un gran estímulo a la salida de capitales nacionales, los cuales entrarían a financiar la dinámica de otras naciones.

En segundo lugar es necesario analizar los flujos de deuda. En efecto, tenemos claro que el principal deudor en moneda extranjera (individualmente considerado), es el Estado y, que la aplicación de su gasto se orienta hacia el servicio de su deuda (interna y externa), la inversión pública (social y física), y el financiamiento de su propio funcionamiento. En un ambiente devaluacionista, el servicio de la deuda, obviamente se incrementa y dadas las limitaciones presupuestales en el corto plazo, tal presión al alza se financia con reducciones en la inversión pública ¿Cómo puede hablar de competitividad un país que expone su inversión en educación, salud e infraestructura física (puertos, vías, comunicaciones, electricidad, entre otros), a merced de los choques cambiarios?

En último lugar, muchos de nuestros exportadores, son también importadores ¿acaso una tasa de cambio devaluada no encarece el precio de los insumos y reduce los márgenes de ganancia de las empresas exportadoras? Ese círculo vicioso termina por propiciar las condiciones para que los exportadores exijan mayor protección e incluso subsidios y para-subsidios para sostener su competitividad global. En definitiva, ¡flaco favor el que le hace la revaluación a la cultura y plataforma competitiva del país en el largo plazo!

Sin embargo es necesario recordar que la competitividad, así como la economía en su conjunto, no funcionan con variables volátiles al extremo, sino con tendencias armónicas que permitan optimizar los equilibrios generales. Una depreciación de la divisa que la ubica en niveles cercanos a los de hace una década, ejerce una presión inconmensurable sobre los sectores productivos, en un periodo de tiempo muy breve, pero es también la oportunidad de reconvertir el stock de bienes de capital de sectores que pueden ofertar valor agregado a los bienes exportables y crear una cultura de competitividad basada en diferenciación de producto y no en artificios cambiarios que incidan sobre el ingreso de los productores. Estamos pues en un escenario para refinanciar el endeudamiento, crear excedentes para la inversión por parte del Estado y los particulares, crear conciencia alrededor de la administración del valor como elemento competitivo y dar un giro trascendental a la visión de una Colombia global, competitiva y sostenible en el largo plazo.


Giovanni Montoya Aldave. Analista económico y financiero. Consultor empresarial.
Contents_agora@hotmail.com

20 de junio de 2008

EL dilema del Banco Central.


La economía Colombiana se enfrenta en la actualidad al mayor dilema del último quinquenio; Una inflación creciente Vs. Un fortalecimiento del peso. Este viernes 20 de junio se reúne la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) de Colombia a tomar una decisión sobre movimiento de las tasas de interés de intervención que en el momento se encuentra en el 9.75%. ¿Cuál debe ser la mejor decisión? Existen dos argumentos importantes para pensar que la JDBR debería dejar las tasas de interés en el nivel actual, o en su defecto incrementarlas en por lo menos 25 pb, estos argumentos son: En primer lugar, está el artículo 373 de la constitución política que exige al Banco Central velar por mantener la capacidad adquisitiva de la moneda; el mandato es muy claro, evitar que la meta de inflación para el año 2008 se incumpla, que no se repita la situación observada en el 2007. La inflación en el último año (mayo 2007 a mayo 2008) está en el 6.39%, lejos de la meta definida por las autoridades monetarias. Alcanzar una meta de inflación de largo plazo, estable, sostenida y competitiva, es un elemento esencial para garantizar estabilidad macroeconómica y crecimiento económico sostenido en el tiempo, a eso debe jugar el Banco de la República de Colombia.

En segundo lugar, están las decisiones que en política monetaria vienen tomando los Bancos Centrales de la región. Es el caso del Banco Central de Chile que en su reunión mensual de política monetaria el pasado 10 de junio acordó aumentar la tasa de interés de política monetaria en 50 puntos base, hasta 6,75% anual. En la misma dirección, el Banco Central del Perú el 12 de junio, aprobó elevar la tasa de interés de referencia de la política monetaria de 5,5 a 5,75 por ciento. Todos buscan el mismo fin, controlar el deterioro inflacionario que vienen soportando las economías de la región, Colombia no puede ser ajena a esta situación y permitir que la inflación se incremente.

En este sentido, quienes en Colombia piden bajar las tasas de interés de intervención en 25 ó 50 puntos básicos con el argumento de controlar la revaluación del peso, deben pensar que éste fenómeno en un problema mundial, no local, que no depende estrictamente del diferencial entre las tasas domésticas y externas. La apreciación del peso es una situación que se presenta por la buena saludad de la economía nacional, por la desvalorización del dólar, por los flujos de inversión que ingresan al país, por la confianza que se deriva de la seguridad democrática, entre otras, por lo tanto, la solución debe partir de un paquete de medidas concertadas en tres las fuerzas vivas de la economía Colombiana. Pero no olvidemos que no existen recetas mágicas para afrontar las dificultades económicas.

Elkin Dario Rave Gómez
Profesor de Economía del CEIPA
elkin.rave@ceipa.edu.co

13 de junio de 2008

'Estanflación', el nuevo peligro al desempeño económico colombiano, dice Fenalco

El presidente del gremio Guillermo Botero Niet, (sic) definió el fenómeno de la "estanflación" como un estancamiento económico acompañado de un proceso inflacionario, es decir que la inflación ha continuado, pese a las medidas adoptadas por el Banco de la República, y hay una pérdida en la dinámica de la economía, que se refleja en los volúmenes de ventas.
El dirigente gremial precisó que mientras en enero y marzo de 2007 el crecimiento de las ventas fue de 16,5 por ciento, en igual periodo de este año apenas fue de 2,7 por ciento, lo que evidencia una tendencia de "calma chicha" acentuada por un proceso inflacionario, lo que genera preocupación.

Insistió en que si se llega a la "estanflación" estaríamos en lo peor de dos mundos y eso es lo que preocupa, por lo que sugirió a la Junta Directiva del Banco de la República cuyos, reportes de coyuntura son excelentes y muy argumentados, atender esa eventualidad que sería el peor escenario de una economía.

Atribuyó el fenómeno al incremento en las tasas de interés y al control desmesurado de la demanda por las medidas impuestas por el Banco de la República y al temor de los consumidores, que empiezan a dudar ante la mala perspectiva de la economía.
Añadió que el incremento en los precios de los alimentos y del petróleo también aviva el fenómeno inflacionario.

Según Botero Nieto, otro de los síntomas de que se puede llegar a la "estanflación" se observó el pasado día de madres, fecha para la cual la baja demanda hizo pensar al comercio que en Colombia se está olvidando a las mamás o que éstas estuvieron poco regaladas.
Fenalco también admitió que buena parte de los comerciantes han disminuido los niveles de pedidos a sus proveedores para no saturar o exceder sus inventarios, ya que en el trimestre marzo-mayo las ventas no tuvieron el dinamismo que se esperaba por la celebración del día de las madres.

Según el gremio de comerciantes, en el calendario de ese trimestre, el período de Semana Santa y el puente festivo de finales de abril y comienzos de mayo, también afectó las ventas, pero se la tendencia inflacionaria, y señala al banco de la República como directo responsable de esa circunstancia.

Noticia publicada el 12 de junio de 2008. http://www.caracol.com.co/



DISCULPE DOCTOR BOTERO, PERO NO ESTAMOS CERCA DE UNA ESTANFLACIÓN

Disculpe doctor Botero, pero me parece bastante prematuro y arriesgado, rayando con lo intrépido, lanzar este tipo de comentarios que podrían generar un daño irreversible en la confianza en la economía nacional y en particular en los flujos de inversión extranjera directa que por esta época tanto llega a la economía colombiana. Es cierto que la inflación viene superando la meta proyectada para el 2008, pero precisamente las decisiones de policía monetaria que la JDBR viene adoptando desde año 2006 y en mayor medida desde mayo del 2007, están paulatinamente logrando su cometido: Cerrar el diferencial de 2% entre la demanda agregada y la producción nacional. Es bueno dejar claro que no es sólo el exceso de la demanda la casusa de la inflación, el incremento de los precios de los alimentos y el aumento desmedido del precio del crudo en el mercado internacional son insumos que alimentan su crecimiento.
Pero confiemos que la solución está en camino doctor Botero, las medidas aplicadas por la Banca Central están cumpliendo su objetivo, suavizar el ciclo económico, y estoy seguro que para el segundo semestre del año actúe el rezago de la política monetaria mostrando un cambio de tendencia en la tasa de inflación básica.

Concluyo entonces este comentario con tres puntos. 1) Estoy seguro que el crecimiento económico para el año 2008 será inferior al de los dos años que lo preceden, pero no se avizora un estancamiento económico; si una desaceleración, pero no un estancamiento. 2) La disminución de la inflación se ve venir para lo que resta del año 2008 y el 2009, sustentado en lo siguiente: Los incrementos de los precios son un factor coyuntural y el precio del crudo en la bolsa de New York tendrá que recuperarse en la medida que la economía de los Estados Unidos cambie de tendencia, situación que hará que los inversionistas del mundo no sigan refugiando la caída del dólar con la especulación del crudo. 3) Nuestra economía en el presente no muestra los mismos indicadores macroeconómicos de los últimos dos años, pero no estamos cerca de una estanflación, y mucho menos es conveniente llamarla a través de estas noticias en un mundo económico donde el deterioro de la confianza se convierte en un factor decisivo para la estabilidad económica y el éxito de los negocios.

Elkin Dario Rave
Docente Investigador

12 de junio de 2008

Interdisciplinariedad como fuente de verdadero progreso y óptimo conocimiento de las Ciencias Humanas


Ha sido el desarrollo de las ciencias humanas, incluyendo las económicas, una evolución limitada por la abrumadora acumulación de nuevos conocimientos. Una evolución carente de trabajos colectivos que permitan desarrollar interaccy iones entre las distintas ciencias en el marco de un trabajo interdisciplinario. Se han cerrado los ojos ante la siempre existente necesidad de generar, más que un saber acumulado, el cuestionamiento comprensivo como acto esencial de la verdadera interpretación del objeto de estudio. Ciertamente, se ha matizado la visión fragmentaria del hombre bajo las sombras de las bondades que representa para las disciplinas una verdadera especialización que, ahondada por los límites impuestos por la frontera disciplinaria, el lenguaje y los conceptos propios de cada disciplina, construye abismos infranqueables entre los dominios disciplinarios.

Cada disciplina ha instituido una división y especialización del trabajo[1] respondiendo a una extensa diversidad de dominios, en virtud de los cuales corre el riesgo de la hiperdisciplinariedad como prohibición de cualquier “incursión extranjera” que incite a cualquier tipo de contrasentido bajo el cual se pierda autonomía disciplinaria. Hoy en día, el carácter instrumental de las ciencias, en función de una complejización de la disciplina, ha trastocando el lugar del hombre como fin de esta actividad diezmando la posibilidad de construir un modelo de trabajo donde las distintas disciplinas planifiquen sus recursos, necesidades y medios desde la articulación interdisciplinaria de sus objetos de estudio. Un objeto de estudio que pueda conocerse a través de una relación dialógica entre las disciplinas en donde se logre construir una “fusión de horizontes” a partir de la apertura de cada saber[2] y del reconocimiento de la alteridad en virtud de la aceptación del alter ego, identidad e igualdad entre éstas.

[1] MORIN Edgar. Sobre la interdisciplinariedad. En Revista Sociología y Política. Méjico. Universidad Iberoamericana. Año IV. Número 8. 1996
[2] Dando como posible denotar una disciplina como un saber


Se hace necesario entonces, a partir del reconocimiento de la cercanía multidimensional existente, precisar un mismo equipo de trabajo abanderado del respeto por la universalidad e interdisciplinariedad como parámetros indispensables dentro de la elaboración de una disciplina de tipo “matricial” en donde el punto de intersección entre los saberes sea el lugar de partida para la determinación del fin que la disciplina persigue; esto constituye una apertura recíproca, una relación dialógica entre iguales, una comunicación bilateralmente fecunda entre los distintos campos, sin imposiciones, reduccionismos o sectarismos que constriñan la propia complejidad del campo científico. Así las cosas, conociendo el objeto de estudio particular, que viene dado por las propias fronteras, estableciendo los límites de su saber y respetando sus campos de conocimiento, se precisa no sólo lo que se sabe sino lo que se ignora y se comienza a actuar respetando y aceptando la complejidad de las otras disciplinas a partir del seguimiento de unos cánones directamente relacionados con la apertura al saber y la cooperación y coordinación entre los conocimientos que confluyen e intervienen en este proceso de consolidación interdisciplinaria.

La interdisciplinariedad se construye así como una amalgama de elementos dentro de la cual coexiste tanto la divergencia e incluso contradicciones entre algunos de los saberes, como la multiplicidad de elementos y propósitos; es la mezcla perfecta entre humanismo y técnica gracias a la cual se consigue consolidar un proceso multi, pluri y transdisciplinario que posee una visión comprensiva del ser humano, su naturaleza y dignidad. Y es que el mundo real no sabe de divisiones académicas; los descubrimientos, hallazgos y creaciones en la vida humana involucran el saber observar los fenómenos desde una perspectiva que incluye muchas veces a más de un campo, es lograr que un mismo objeto de estudio sea descrito, interpretado y comprendido desde diferentes puntos de vista complementarios, dado que cada disciplina está “entrenada” para observar de una manera diferente la realidad, y que en gracia de dicha complementariedad, se pueda realizar un “transporte de esquemas cognitivos” de una disciplina a otra.

La invitación entonces, es intentar destruir las barreras impuestas entre las disciplinas, de incitar a la ruptura de las “fronteras disciplinarias” simultáneamente con la construcción y proliferación de complejas y diferentes disciplinas que amparen la existencia de un espacio para la presentación de un contrasentido, la migración de nociones pertinentes, la retroducción[1], la abducción[2] , la articulación organizativa y estructural, la integración e hibridación de conocimientos, la usurpación o interferencia, la complejización en campos policompetentes, y la continua ruptura y defensa de los encierros disciplinarios. Lejos de ser éste un reto de las ciencias exactas exclusivamente, la necesidad de reflexionar al interior de cada disciplina en coordinación con el conocimiento externo se ha convertido, más que en una exigencia, en una responsabilidad prioritaria de las ciencias humanas principalmente. La sesgada y limitada historia de estas ciencias exhorta a ponerle fin a su encierro e inmovilismo que ha frenado por muchos años la búsqueda de un verdadero encuentro e intercambio disciplinario en virtud del cual se vivifique la concepción de un “sistema teórico común” justificado a partir del reconocimiento de realidades globales y de objetos relacionados y solidarios indefectiblemente.
La idea de establecer un método interdisciplinario para las ciencias humanas toma aún más fuerza cuando se evidencia la carencia de un verdadero reconocimiento de la esencia de estas disciplinas. Pareciera obvio que es el hombre, en tanto ser digno e integral, la partícula fundamental alrededor de la cual giran las construcciones teóricas de estas ciencias, sin embargo, y quizá porque a veces el sentido común es el menos común de los sentidos, el hombre ha sido aplastado en medio de construcciones teóricas que protegen la racionalidad instrumental y edifican andamiajes teóricos basados en una concepción unívoca del hombre.
Reto, necesidad, responsabilidad o simplemente la mejor de las opciones... de cualquier forma, quienes son responsables de la determinación del método y objeto de estudio de cada disciplina se encuentran hoy llamados a ver más allá de las fronteras impuestas por el paradigma racional instrumental que hoy rige las ciencias humanas. Un llamado que se irá perfilando como la única opción para recuperar el norte y naturaleza de estas ciencias a partir del reconocimiento de la esencia más allá de la determinación de los medios para la búsqueda de un fin, de la aceptación de poder encontrar desde afuera la solución.... un llamado a iniciar un “verdadero viaje de descubrimiento” ...

[1] Entendida la retroducción como la Constitución de nuevos esquemas cognitivos.
[2] Según Edgar Morin, la abducción es la invención de nuevas hipótesis explicativas.


Artículo enviado por la docente Maria Isabel Vélez Evans desde Barcelona (España).

10 de junio de 2008

La disyuntiva de la economía colombiana

La economía nacional se enfrenta en la actualidad al mayor dilema del último quinquenio; Una inflación creciente Vs. un fortalecimiento del peso doméstico. En el primer caso; para las economías que buscan insertarse de forma exitosa en el mercado internacional, deben mostrar como elemento de competitividad inflaciones de un dígito, y que sea controlada por la política monetaria que determine la autoridad de cada país. Esto además, es una señal de estabilidad macroeconómica. En el caso colombiano, desde enero del 2006 y con el fin de controlar el crecimiento de la inflación, el Banco de la República viene incrementado sus tasas de intervención al pasar de 6.0 % a 9.75%, un crecimiento de 375 puntos básicos, y con la expectativa de un nuevo aumento en la reunión del próximo 27 de junio ante lo acontecido con la inflación en el último año; 6.39% anual a mayo de 2008. Obsérvese el siguiente gráfico, tomado del Banco de la República.


En el segundo caso; tenemos la fuerte apreciación del peso colombiano frente al dólar de los Estados Unidos. Los incrementos de las tasas de interés domésticas han generado un diferencial entre las tasas colombianas y las tasas de los fondos federales de la FED de 775 puntos básicos, situación que hace más atractivo y atrae dólares al mercado de inversión colombiano, en particular, los llamados capitales especulativos. El diferencial de tasas no es la única justificación del ingreso masivo de dólares al país, también lo es el notable crecimiento de las exportaciones locales observada en los últimos 5 años; el crecimiento del precio internacional del crudo que genera enormes recursos para la estatal petrolera (Ecopetrol); las remesas que envían los colombianos no residentes; la llegada de IED al país, entre otras. Obsérvese el siguiente cuadro.



Controlar la inflación es fundamental, ayuda en el mediano y largo plazo al crecimiento económico por la senda de la estabilidad macroeconómica y competitividad de las exportaciones colombianas en el mercado mundial; pero no controlar la revaluación, podría generar en el mediano plazo la pérdida de producción e industria en sectores clave para la generación de empleo y productos de exportación para la economía nacional. Queda claro que la Junta Directiva del Banco de República de Colombia tiene política de control inflacionario, pero carece de políticas de control cambiario.


Elkin Dario Rave. Economista

Ecopetrol y la Bolsa de Valores

En agosto de 2007 se inició la democratización de acciones de Ecopetrol a través de rondas de negociación entre agosto y septiembre, entrando a la bolsa a finales de noviembre de 2007. El precio de negociación para los inversionistas fue de $1.400 por acción con una inversión mínima de $1.400.000 y que podía ser financiada a 12 meses sin intereses con una cuota inicial de $210.000 o de contado con un 5% de descuento.

Para un inversionista que hubiera adquirido las acciones de contado en $1.330.000, su inversión a junio 10 equivale a $2.740.860, es decir una rentabilidad del 106% en el período. Para quienes adquirieron a crédito, su rentabilidad hoy es del 96%, pero no podrán vender hasta el pago total de su obligación.

Desde su entrada a la Bolsa, Ecopetrol ha sido la acción con mayor movimiento en promedio y ha presentado un precio promedio de $2.156, con un máximo de $2.889 en mayo 23 y un precio mínimo de $1.587 en enero 21 de 2008, con lo cual su volatilidad (coeficiente de variación) durante el período de cotización ha sido del 16.90%.

Sin embargo, no podemos considerar que si vemos las noticias y hablan de Ecopetrol, pensamos que es la que mueve la Bolsa de Valores, ya que el mercado accionario en Colombia, solo el 2% está representado en acciones, el 94% en renta fija y el resto en repos y opcf.




Es importante tener en cuenta que solo Ecopetrol ha presentado estos rendimientos durante el período analizado, ya que si consideramos la fecha en que se realizó la compra de Ecopetrol y su rentabilidad a hoy, acciones como Coltejer han pasado de $13 a $8,19 con un rendimiento negativo del 37%; Bancolombia de $ 16.120 a $15.200 con un rendimiento negativo de 6%, Paz del Rio de $80 a $65 con un rendimiento negativo de 19%. Es decir que si un inversionista hubiera colocado sus recursos el 50% en Paz del Rio y el 50% en Coltejer (Bastante riesgoso), los $1.330.000 iniciales serían hoy $959.263. Definitivamente el mercado accionario es volátil, riesgoso y te permite obtener altos rendimientos…. O grandes pérdidas en tu inversión.


Recuerda que para entrar en el mercado accionario debes considerar muchos factores y riesgos y no siempre estarás ganando…. Como los accionistas actuales de Ecopetrol.



Sergio Iván Zapata



Fuente de información: www.bvc.com.co