Cuando se trata de proteger el patrimonio familiar y personal, su información, los recursos y, en general, los productos financieros que se tienen, nunca sobran las recomendaciones, pues está demostrado que los amigos de lo ajeno siempre esperan un descuido de las personas para asestar el golpe.
Solo en los primeros meses del 2015 la Policía Nacional adelanta cerca de 4.300 investigaciones por defraudaciones de diferentes sistemas personales, bancarios y redes sociales, señaló el teniente coronel de la Policía Nacional Freddy Bautista, quien advirtió que los delincuentes siempre van detrás del eslabón más débil de la cadena de seguridad, es decir, el cliente.
"El principal objetivo de los delincuentes es apoderarse del dinero de las personas o de su información. Se pueden tener medidas de seguridad local en el estudio, la oficina y el hogar, pero una navegación responsable es la mejor arma contra los delincuentes, por eso hay que evitar la descarga de archivos de sitios no seguros y, ante todo, no abrir correos de origen desconocido", dijo.
Aunque el fraude con tarjeta de crédito tiene diversos escenarios, como comercios físicos, estaciones de servicio, cajeros automáticos, domicilios y por vía telefónica, los delincuentes tienen su atención hoy en las compras virtuales.
Sofía Macías, consultora del programa de Consumo Inteligente de MasterCard, señala que cualquier medida de prevención o seguridad que adopte una persona para proteger sus productos, por simple que parezca, ayuda a reducir el riesgo de fraude.
Actos tan sencillos como no arrojar los extractos o recibos de pago en un lugar público o destruirlos de tal forma que su información no quede expuesta pueden evitarle grandes dolores de cabeza.
Agregó que mantener a la mano los números telefónicos de las compañías emisoras de las tarjetas es clave, pues esto le permite actuar de manera rápida en caso de pérdida o robo de la tarjeta.
Expertos de MasterCard se dieron a la tarea de diseñar algunas pautas que deben seguir los tarjetahabientes para no caer en la trampa de los avivatos que buscan apoderarse de sus plásticos y su información:
1. Evite firmar recibos en blanco. Cuando diligencie el recibo de compra, trace una línea en los espacios en blanco, así evita que añadan otros valores.
2. Destruya el papel carbón y los recibos cancelados.
3. No arroje a la basura los recibos de sus productos financieros en lugares públicos.
4. Archive los recibos de la tarjeta de crédito en lugar seguro para que pueda compararlos con los estados de cuenta mensuales.
5. Lleve solo la tarjeta de uso frecuente y deje el resto, si las tiene, en casa. Si deja de utilizar alguna, destrúyala.
6. Si cambia de dirección, comuníquelo a la entidad emisora de sus tarjetas, así evita que extractos con su información sigan llegando a quien no debe.
7. Antes de ingresar el número de su tarjeta o cuenta bancaria en una página de internet, cerciórese de que esta cuente tenga los íconos de seguridad.
8. Mantenga la información de sus tarjetas (números, fechas de vencimiento, códigos) en un lugar seguro de su casa.
9. Revise el extracto mensual tan pronto lo reciba para detectar cualquier operación no autorizada.
10. No suministre los datos de sus tarjetas a personas desconocidas que llamen por teléfono. Los emisores nunca piden las contraseñas, fechas ni claves de las tarjetas por este canal o el correo electrónico.
EL TIEMPO
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