En el segundo caso; tenemos la fuerte apreciación del peso colombiano frente al dólar de los Estados Unidos. Los incrementos de las tasas de interés domésticas han generado un diferencial entre las tasas colombianas y las tasas de los fondos federales de la FED de 775 puntos básicos, situación que hace más atractivo y atrae dólares al mercado de inversión colombiano, en particular, los llamados capitales especulativos. El diferencial de tasas no es la única justificación del ingreso masivo de dólares al país, también lo es el notable crecimiento de las exportaciones locales observada en los últimos 5 años; el crecimiento del precio internacional del crudo que genera enormes recursos para la estatal petrolera (Ecopetrol); las remesas que envían los colombianos no residentes; la llegada de IED al país, entre otras. Obsérvese el siguiente cuadro.
Controlar la inflación es fundamental, ayuda en el mediano y largo plazo al crecimiento económico por la senda de la estabilidad macroeconómica y competitividad de las exportaciones colombianas en el mercado mundial; pero no controlar la revaluación, podría generar en el mediano plazo la pérdida de producción e industria en sectores clave para la generación de empleo y productos de exportación para la economía nacional. Queda claro que la Junta Directiva del Banco de República de Colombia tiene política de control inflacionario, pero carece de políticas de control cambiario.